Reseña: Age of Empires IV

"La entrada perfecta a este género casi extinto, más no olvidado"

Esto te puede interesar: Xbox anuncia la transmisión digital para el Tokyo Game Show

Por Jorge «Ruto» Vega

Luego de 15 largos años, y tras tantear el terreno con el relanzamiento su trilogía con mejoras gráficas considerables, finalmente Age of Empires IV es una realidad. Una de las franquicias más importantes en el terreno de la estrategia en tiempo real vuelve para demostrar que aún tienen material que entregar, con elementos muy familiares y una actualización considerable en el apártate estético, jugable y de contenido.

Antes de comenzar, queremos agradecer a Xbox por brindarnos una copia del juego para probarlo a profundidad antes de su lanzamiento oficial.

De igual manera, creo que es necesario comentar algo personal, para sacarnos la espina de un principio: Lamentablemente, nunca he sido bueno en los RTS, su valor para mi siempre se ha enfocado en el apartado narrativo. Nunca he destacado en este tipo de experiencias, y entiendo que este puede ser el caso de muchas personas que no tuvieron acceso a un PC en la época en que estos títulos destacaban.

Por esto, he decidido comenzar esta reseña con algo bastante destacable en Age of Empires IV: su accesibilidad. No quiero que se malentienda, el juego sigue manteniendo la profundidad de siempre, pero en esta ocasión nos entrega las herramientas necesarias para que los novatos logren entrar sin mayor problema a todos los modos de juego disponible.

Comenzar con un tutorial puede ser un arma de doble filo. Somos consciente que “mucho texto” suele alejar a las personas que buscan entrar de lleno a la acción. En este sentido, destaco y aplaudo la escena introductoria que nos lanza directo a las mecánicas base de esta nueva entrega.

Todo el componente jugable, y el escenario en general, mantiene la vibra que nos entregó la segunda entrega. Esto podría sonar como un movimiento flojo o que se apela a la nostalgia para construir algo fácil, pero nada más lejos de la realidad. AoE IV sabe utilizar los elementos tan característicos de su antepasado para transportar esta época medieval hacia nosotros, y no al revés.

Al comenzar esta aventura, notarás un control tan cómodo como siempre y atajos que, si fuiste un entusiasta en la época dorada de la franquicia, mantiene una disposición clásica. Aún así, Relic Entertainment logró identificar los puntos débiles de sus entregas anteriores para entregar un producto que abarca lo justo y necesario.

No está mal reducir

La principal diferencia con la segunda entrega de la franquicia es la cantidad de civilizaciones que tendremos a nuestro haber. Age of Empires IV decidió reducir el número para dedicar sus esfuerzos en hacer única a cada una de ellas, a pesar de las bases ya sentadas para equilibrar el asunto.

Cada civilización contará con sus propias unidades, ventajas y desventajas. De hecho, el juego indica que tan difícil es dominar su estilo de juego propio, entregando como primera toma de contacto a los ingleses para acostumbrarnos a las mecánicas bases del título.

En esta ocasión contaremos con ocho ejércitos. El inglés, francés, chino, mongol, la Rus, el Sultanato de Delhi, la Dinastía Abasí y el Sacro Imperio Germánico. De esta misma manera, solo contaremos con cuatro campañas basadas en cuatro momentos históricos de la edad media, incluyendo a los normandos, el ascenso de Moscú, el Imperio Mongol y la Guerra de los Cien Años, con 35 misiones en total y agregados que seguramente encantarán a los jugadores con un entusiasmo por la historia: videos documentales que nos entregarán información relevante sobre los hitos que vamos a conocer.

Cada campaña cuenta con una buena cantidad de horas, dependiendo el nivel de cada jugador, y presentará un reto interesante a la par de una narración jugable que guiará tus pasos en el campo de batalla.

Una vez que completemos misiones u objetivos dentro de las campañas, se nos recompensará con material didáctico que en formato de video. Toda esta documentación está explicada de maravilla, con datos curiosos sobre la construcción de castillos o cómo funcionaban las armas en esta época, sin duda aprenderás una o dos cosas. Así podrás decirles a tus padres que si se puede aprender con los videojuegos.

Directo a la batalla

Vamos al grueso de la experiencia, el combate. Age of Empires IV ofrece una gran selección de modos de juego, a pesar de no variar mucho en su ejecución. Se nos ofrecerán combates en escaramuzas contra la inteligencia artificial o bien contra otros jugadores en el modo online.

Podremos enfrentarnos en batallas uno contra uno, dos contra dos, tres parejas y el clásico de todos contra todos. Además, tendrás la oportunidad de personalizar tus partidas para que puedas enfrentar a civilizaciones controladas por la IA mientras unes fuerzas con tus amigos o compañeros en batalla. Dentro de lo “limitado”, por llamarlo de alguna manera, el juego ofrece herramientas de sobra para que cada partida se sienta única.

Fuera de la campaña y las escaramuzas, contaremos con un modo denominado Arte de la Guerra, donde podrás entender los principios fundamentales del juego en base a una serie de desafíos básicos y avanzados. ¿Te complica ir a la batalla o manejar tu economía? No hay problema, el juego te explicará que hacer y podrás practicar las veces que quieras para entrar de lleno al multijugador.

Si aún así necesitas de un ayuda, habrá a tu disposición un apartado de espectador, donde podrás ver como los jugadores se enfrentan mientras tomas nota de que hacer, como optimizar tus movimientos o como aplicar ciertas estrategias en futuros encuentros. Estas partidas corren tan bien como si estuvieran jugando en tu propio PC, al igual que el modo en línea.

Cabe destacar que solo logramos probar unas cuentas partidas al multijugador, debido a nuestro acceso anticipado al juego, por lo que este apartado no se ha probado con la misma densidad que los otros modos. Pero qué podemos decir, funciona de maravilla.

En nuestros encuentros online nunca sufrimos un bajón de frames o algún tipo de desconexión. El equipo detrás de Age of Empires IV conoce la importancia de estos enfrentamientos en línea y se nota que hay todo un esfuerzo detrás para que este apartado funcione correctamente. Quizás nuestra experiencia pueda cambiar al momento de probar el título con otro tipo de jugadores, pero hasta el momento no tenemos queja alguna.

Gráficos preciosos, más no impresionantes

Uno de los puntos fuertes de esta entrega es su capacidad para adaptarse a la máquina que tengas en casa. AoE IV corre y se ve tan bien sin la necesidad de un despliegue visual al extremo, aprovecha todas sus ventajas para generar escenarios que tienen buena iluminación, detalles bien trabajados en los modelos de construcciones e incluso en nuestros pequeños ejércitos.

No es para nada impresionante, pero no busca serlo. Mantiene un estilo que pueda verse a pesar de que utilices gráficas integradas. El equipo tenía claro algo: Hay que abarcar a un gran número de jugadores, por lo tanto, se debía tomar en cuenta todo tipo de usuarios. Este detalle vale oro, y se preocupa de invitar a la gente en vez de segregar a quienes no cuentan con los recursos de una generación actual.

La banda sonora mantiene esa épica tan reconocible de la franquicia, con tonadas calmadas en los menús del juego y una orquesta digna de una batalla campal entre civilizaciones que marcaron un antes y un después en su tiempo.

Conclusión

Podríamos hablar horas y horas sobre cómo Age of Empires IV rescata todo lo trabajado desde 1997, mantiene el espíritu de su segunda entrega y trae a nuestros tiempos una mezcla perfecta entre las mecánicas clásicas junto a unas mejoras importantes en el combate, la evolución de nuestras civilizaciones y gráficos bien trabajados.

Es la entrada perfecta a este género casi extinto, más no olvidado, y recordará a todos el por qué Age of Empires es el gigante que recordamos. Una compra segura para disfrutar sin parar.

Personalmente, considero que este nuevo título es una entrada segura al género y una digna sucesor de Age of Empires II.

Deja un comentario